Mi mujer y el Vecino

Mi mujer y el VecinoHace un par de años que nos compramos un piso en un pueblo costero en la zona de Almería buscando la tranquilidad. El piso que nos hemos comprado es un duplex, de dos alturas, estando en la planta alta las habitaciones y dos baños, además de una amplia terraza que bordea todo nuestra fachada, ésta limita con el comienzo de la terraza del otro duplex. El límite es un cristal traslúcido que hace las veces de muro entre ambas terrazas, y la verdad no es muy alto. En la planta baja está la cocina, el salón y otro baño. Estamos muy contentos con nuestro nuevo pisito, pues además tenemos piscina en la comunidad, cosa que se agradece, ya que en verano, cuando vengo sola para follarme algun amigo o con mi marido, me pongo rápidamente el bañador y bajo a refrescarme, dándome un baño largo en el agua fría de la piscina.Bueno, tranquilidad, las noches son movidas, me explico, tenemos unos vecinos, Julia y José, de unos 50 años, ya con los hijos criados y haciendo su vida en solitario, que en esta nueva situación de soledad en casa, aprovechan para apagar sus grandes deseos sexuales. Deseos sexuales que satisfacen casi todas las noches de manera muy escandalosa y que nosotros, desde nuestra habitación, oímos a la perfección. No sólo les oímos, si no que además, sentimos en la pared, donde se apoya nuestro cabecero de la cama, las embestidas salvajes que José le da a Julia en el fragor de su desahogo sexual, yo esto ya lo sabia porque a mi me ha pasado igual más de una vez con mi amantes,los cuales al escucharlos me han dado con sus pollas más fuerte.Las embestidas van siempre acompañadas de gritos por parte de Julia sobre todo. Yo he de confesar que estas situaciones me excitan mucho, sentir como otro matrimonio folla tan salvajemente me excita una barbaridad, y si le oigo a él insultándola y llamarla ?puta y zorra te voy a destrozar?, la excitación es elevadísima.Por las mañanas, cuando salgo de casa para dirigirme al súper, algunas veces, coincido esperando el ascensor con José, mi vecino, el es alto fuerte, manos grandes, de modales duros, tiene su tripita y viste muy juvenil. Yo aprovecho para mirarle, no es guapo, tampoco es feo, se le ve correcto. Me digo que tendrá este hombre para hacer chillar de esa manera tan descomunal a mi vecina Julia. Chillidos naturales, que salen espontáneos, los gemidos son de sentirse follada salvajemente, yo diría más, yo diría que en vez de follada se siente taladrada. Así que fugazmente, le miro a la bragueta para ver si marca un abultado paquete, pero no consigo descubrirlo, el que si estoy segura que me ha pillado alguna vez mirándole al paquete, ha sido él, pues en alguna ocasión me ha mirado y me ha sonreído pícaramente.Alguna noche mi marido y yo hemos tenido sexo sintiéndoles a ellos, es como si estuvieran en nuestra habitación, se les oye a la perfección y yo me he corrido pensando que mi vecino era el que me estaba penetrando, cada vez que pienso esto, mis corridas son salvajes y mi marido se queda sorprendido y me dice con razón te vienes tanto aquí, estás muy caliente hoy Amalia-.Cierto día mi vecina Julia me llama para pedirme que la preste una cebolla, yo como buena vecina se la doy, y ella aprovecha para sacar el tema de los ruidos, de cómo se oyen los sonidos a través de las paredes.Oye Amalia,¿ os m*****amos mucho por las noches, hacemos mucho ruido? Me pregunta mi vecina, aparentemente con cierto rubor.No, no te preocupes, hay días que se oye más que otros, pero imagino que vosotros a nosotros también nos oís y dijo si veo que tu vienes mucho y muy frecuente.Contesto, como no dándole importancia.A vosotros casi ni os oímos, pero es que se que nosotros somos, bueno sobre todo yo, soy muy escandalosa, es que José es tan grande, tiene todo grande, bueno enorme y cuando se pone a darme sexo me traslada a tener goces y orgasmos salvajes, así que os pido perdón, pero no puedo evitarlo. Me comenta Julia, ahora ya si, con un rubor en las mejillas muy visible.Que no te preocupes Julia de verdad; que además nos gusta oíros, y estas cosas son así, venga no me tienes porque pedir perdón, anda pasa y te invito a una cerveza y hablamos más tranquilamente.Julia, cierra la puerta de su casa y entra en la mía, estamos solas y así ella se anima a decirme:Sabes, yo le digo a José, que deberíamos no gritar tanto, que sólo se nos oye a nosotros follar, pero el me dice que no pasa nada que no hacemos nada malo, que es un acto normal en un matrimonio, y yo le digo no se la oye casi, a lo que mi marido me contesta, si yo me la follase ya verías tu si chilla o no chilla.Que no te preocupes Julia, que como bien dice tu marido es normal. La interrumpo yoDespués de un rato de conversaciones triviales, típicas de vecinas, Julia se marcha a su casa, quedándome yo pensativa sobre lo que le dijo su marido de ?que si el me follaba yo también chillaría como ella?,que ignorante, eso me m*****ó un poco, pero me excitó mucho. Además, Julia me había comentado que ahora al tener sexo su marido ya no se duchaba antes para oler bien, que habían descubierto que el olor a hombre a ella le excitaba un montón. Puf, menudo asco, nosotros, David y yo que siempre nos duchamos antes de practicar sexo, menudo olor, que desagradable, pensé yo. Pero al mismo tiempo me dejó marcada pensando ?y si eso a mi también me pone cachonda, me pone muy caliente?.Yo suelo llegar a casa a las dos o dos y cuarto de la tarde y ahora en verano, en cuanto llego, me bajo a la piscina para darme un baño refrescante y tomar un poco el sol. En la piscina casi siempre coincido con mi vecino José, el llega unos minutos después que yo, llega, se ducha, se pone sus gafas de nadar y zas, una zambullida, nada unos largos, sale del agua, se vuelve a duchar para quitarse el cloro, pasa por mi lado, yo aprovecho para mirarle el paquete, y ahora sí, ahora le veo como marca polla, joder, tiene que ser enorme, me digo yo, el hace como si no me viese, pero siempre me dice hola y adiós y acto seguido se marcha, yo me quedo tomando el sol un rato más.Mi excitación va en aumento pensando en mi vecino, menudo paquete marca con el bañador mojado, cuando se le pega a la piel, me siento mojada pensando en una follada por esa enorme polla.Ya sabéis lo caliente que soy y que me follo al que me gusta y sobre todo que tenga a ser posible más de 17 cm que es la polla de mi marido que como sabéis me viene corta ya jaja. Desde que tenemos estos vecinos me siento con más necesidad de sentirme una verdadera puta, de sentirme follada, quiero una polla grande, enorme que me la metan salvajemente.Juan, mi marido es un hombre bastante atractivo, pero no es dotado, tiene un pene de unos 17 centímetros en erección y yo ahora, quiero más polla, le quiero mucho, pero quiero que mi vecino me folle, no se como lo voy a hacer.Por las tardes mi vecina y yo solemos hablar mucho, nos contamos cosas de portal, de donde comprar más barato, pero siempre sacamos el tema del sexo, he de confesar que suelo ser yo quien toca ese tema. Yo le comento a Julia como le gusta follarme a mi marido, le digo que muchas veces, mientras me folla, me mete un dedo en el culo y que me hace sentir muy guarra, muy puta. Julia me sonríe pícaramente, y ella se anima a contarme sus intimidades. Eso es lo que pretendo, que me cuente como la destroza el coño el macho de su marido, pues bien, ella me dice que a su marido le gusta metersela por el culo y antes de correrse se la saca y se la mete en la boca, donde la regala unos chorros enormes de leche calentita, que entre la enorme polla y la corrida tan abundante no da abasto a tragárselo todo y que se la derrama por la comisura de los labios, cosa con la que el disfruta mucho viendo y ella se siente muy zorra.Yo, en su relato, la interrumpo y digo:Joder vecinita, que fiestas más ricas, que rico que termináis, tragándote leche calentita.No, no, si con eso no terminamos amiga Amalia, pues mi marido es muy potente sexualmente y el tiene mucha facilidad para empalmarse de nuevo y así me regala una segunda follada más salvaje todavía, en esta segunda follada aguanta mucho más que en la primera, y me hace tener más de dos y tres orgasmos antes de que el me llene el coño de nuevo, así acabo yo de cansada, de tener orgasmos tan intensos. Pero es maravilloso.Que envidia me dais, bueno que envidia me das tú, yo normalmente tengo un orgasmo muy intenso, pero sólo uno, no repetimos, no sabe ella la juergas que me pego yo con otros machos jaja.Sí, la verdad que si, estamos muy bien ambos, además yo por las mañanas, le suelo regalar una rica mamada mientras está en la ducha, así se va más tranquilo todavía al trabajo y no tiene ganas de buscar a otras. La verdad es que también me gusta levantarme y desayunar sus ricas corridas en mi boca, me las suelo tragar. Soy muy caliente yo también.Por cierto Julia, a tu marido le encanta nadar, le veo al medio día cuando llega del trabajo nadando, yo también bajo a bañarme y a tomar el sol, pero el se marcha enseguida.Si, es verdad, el adora nadar, pero se sube a casa a tomar el sol desnudo en la terraza, dice que le gusta mucho que le de el sol en la polla.Menudo descubrimiento, mi vecino toma el sol en su terraza desnudo, con ese enorme pollón que tiene, al aire, ?eso he de verlo yo?, me dije.A la mañana siguiente estaba ansiosa para que llegase la hora de bajar a la piscina y ver a José, luego cuando el se subiese a casa, yo me subiría un ratito después, así le podría espiar desde mi terraza, así vería su polla, un, sólo de pensarlo me mojo, y me pongo caliente como una perra.Ya estoy en la piscina, me ducho me doy un baño largo, salgo y me tumbo a esperar a mi vecino, a ese macho, mientras le espero que me de el sol. Al rato de tumbarme llega él, se acerca, me saludaHola Amalia, ¿que tal está el agua?Hola José, está muy buena, está fresquita, lo justo para quitarse el calor.Bueno pues entonces me doy el bañito rápido.Vale, pues que te refresques bien.Me quedé sorprendida, me había dirigido más palabras que el habitual buenos días, querrá decir algo eso. Mi mente calenturienta rápidamente se montó una película, pero no, no puede ser, pensé yo.Bueno, miro como nada, después de unos cuantos largos de piscina, decide salir, se dirige como siempre a la ducha, se ducha y se marcha, pasa por mi lado y:Adiós vecinaAdiós vecino.Espero nerviosa unos instantes antes de salir hacia casa y subir a espiarle a través de la terraza, que rico y morboso se me antoja verle con la polla al aire, al descubierto, que ganas tengo de verle desnudo. Bueno, ya en casa, subo nerviosa arriba y salgo sin hacer ruido a la terraza, mi corazón se acelera, me siento como una niña que va a hacer algo prohibido, en mi cara una sonrisa calentona. Voy a hurtadillas a la terraza, que no me oiga, salgo, veo que no puedo ver por encima del muro de cristal, es más alto que yo, puf, bueno, me voy y pongo un taburete, ahora sí, ahora ya veo. Pero que pasa, mi vecino no está, menudo chasco. Me bajo del taburete y entonces oigo el ruido de cómo prepara su tumbona, ja, me sonrío de nuevo, ahí esta ese pedazo de macho, me vuelvo a subir y entonces le veo, está tumbado, completamente desnudo, busco con la mirada su polla, sí, ya le veo el pollón, efectivamente es enorme, es larga y se la ve gruesa, muy gruesa, um, se me hacía la boca agua y el coño también. Ahora me descubro tocándome el coño levemente por encima de la braga del bikini, enseguida me siento húmeda, siento deseos de que me folle. El está con los ojos cerrados para que no le ciegue el sol, yo necesito acariciar mis pezones, me los pellizco, que cachonda estoy, ?me lo tengo que follar, mejor dicho, me tiene que follar?, pienso yo.Estoy tan cachonda mirándole a la enorme polla, que no me he dado cuenta que mi vecino se incorpora un poco y abre los ojos, momento en él me ve detrás del muro de cristal, con cara de vicio. Me ruborizo al verme sorprendida, pero a él parece no importarle que le haya estado espiando. El se sonríe y acto seguido empieza a tocarse la polla, joder, que rica como crece, ¡Dios mío!, ¡es enorme!, esa polla dura, ese rabo en erección es muy largo, muy grueso, que gustito tiene que dar esa polla.A la mañana siguiente, de nuevo, coincidimos en el rellano esperando el ascensor, yo estoy avergonzada y mi vecino me dice:Hola Amalia, ¿que tal el baño de ayer al medio día?Muy refrescante, y a ti ¿te gustó el baño?Sí, bastante. ¿Hoy bajarás de nuevo a tomar un baño en la piscina?No se, ya veréPues espero que sí, me gusta verte en la piscina, estas muy guapa en bañador,no hago más que darle vueltas a lo que el macho de mi vecino me ha dicho, ¿me ha dado una indirecta? y es que estoy tan caliente, tan cachonda que me llama mucho que me folle un tío grandote con una enorme polla.Me resulta rara esta situación, me parece como si mi marido y mi vecina, ambos, estuvieran de acuerdo de que él, me ligue y me folle, no se, será algún juego entre ellos, ¿que pretenden? Mi vecina me da explicaciones de horarios de su marido, también me da horarios de ella misma, como diciéndome cuando está libre su marido. Estoy despistada, me excita mucho pensar en la tremenda follada que me pude llegar a dar mi vecino José, pero, por otro lado, no se que pensar, ¿querán follar ellos también? mi cabeza me está dando vueltas, no hago más que pensar en una y otra cosa.Otro día más y aquí estoy, en la piscina, esperando a mi vecino, que ganas tengo de verle otra vez. La verdad, es que se está volviendo adictivo esto de venir a la piscina para verle mojado marcando polla, y luego subir rápidamente para verle tomando el sol en pelotas y ver esa maravilla de polla enorme que tiene. Otra vez me viene a la cabeza las ganas que siento de tener esa polla enorme dentro de mi, no se como alejar ese pensamiento.Por ahí viene mi vecino, hoy le veo como más atractivo.Hola Amalia, ¿que tal el día?,me dice José cuando se acerca a mi, mirándome a los ojos y alas tetas sin disimulo, y yo, al sentir su mirada penetrante, me arqueo para lucir más tetas, para que vea bien mis pechos y mis pezones duros mojados, también aprovecho para abrir ligeramente mis piernas y que se percate de mi coño. José al ver como me muevo mira sin temor y sin rubor ninguno a mis pezones y luego mira mis piernas abiertas, momento en el que me sonríe y yo le contesto.Muy bien, he tenido un día maravilloso, pero ahora mismo estoy mejor, me gusta lo que veo, ? le suelto sin notar un poquito de vergüenza, me noto más lanzada que nunca, quiero que note mis ganas de que me folle, y creo que si lo ha notado.A mi también me gusta lo que veo, estas muy bien vecina. Además creo que tu y yo nos lo podemos pasar fenomenal juntos.Yo también estoy segura de ello, cuando tu digas me tienes a tu disposición ? de nuevo me sorprendo diciendo esto, me estoy ofreciendo como una vulgar puta y esto me está poniendo a mil, noto como me estoy excitando, joder, que ganas tengo de que me folle-.Pues mira Amalia, ahora me tomo un baño en la piscina y tu mientras te subes a casa para que no sospechen nada, y me esperas a que yo llegue, en cuanto me veas en mi terraza, me dices ya voy, si es que todavía quieres tener sexo conmigo, si no es así, si te lo has pensado mejor y no quieres nada conmigo no pasa nada, me miras como me masturbo a tu salud y ya está, lo entenderé.Vale José, así lo haré, y no te preocupes me muero de ganas por que me folles.De nuevo me oí hablando muy suelta, sin miedo, me siento como una perra en celo, me he levantado como un rayo y me estoy dirigiendo a mi casa para ver si llega mi nuevo macho, que ganas de sentir esa polla gorda y enorme en mi boca y en mi coño y por que no, también en mi culo.Ya en mi casa, me quito el bañador y me pongo unas tanguita, no me pongo sujetador, dejo mis pechos sueltos, y un vestido mini muy ajustado blanco, quiero causarle una impresión muy buena desde el primer momento, quiero que su polla se ponga dura nada más verme. Ya estoy en la terraza, estoy nerviosa, ansiosa por que suba mi vecinito, los segundos se me hacen minutos, no veo el momento de entregarme a él. Parece que oigo ruido, sí, ya ha llegado a casa, un, ya sale a la terraza. Me mira y se despoja del bañador, deja al aire esa preciosa polla, yo sin dudarlo un segundo digo, ya voy vecinito, quiero que me folles,OK Amalia, venga que te abro la puerta, yo también me muero de ganas por follarte.Me abre la puerta, paso, me toma por las manos, mi manos parecen como de muñeca entre las suyas, ya que son enormes, el se agacha y acerca su cara a la mía, yo giro levemente la cabeza. El beso no se hace esperar, siento sus labios sobre los míos, los siento con delicadeza, yo los recibo abriendo la boca, saco mi lengua y la meto en su boca, voy en busca de su lengua, y ambas se funden en un entrelazado. Nos lamemos los labios, le mordisqueo la lengua, le mordisqueó los labios, mi mano ha tomado su grueso de su polla, ya lo tiene como una piedra. José me agarra, con sus fuertes manos, el culo, me lo aprieta, noto su respiración alterada, está muy excitado, seguimos besándonos, ahora me sube el vestido para tocarme bien el culo, me lo aprieta de nuevo, desliza una de sus grandes manos hacia mi coño, mete un dedo entre el tanguita y mi coño, nota que estoy mojada, excitada, noto su grueso dedo jugando en mis labios vaginales, um, que rico. Ahora nos detenemos, nos damos unos instantes para mirarnos, yo le veo la polla enorme, duro, brillante, muy gordo, el mira mis pezones como se marcan a través de la tela de mi minivestido, me toma de una mano y me lleva a su habitación, ?aquí es donde se folla tan salvajemente a su mujer y ahora va a hacer lo mismo conmigo?, pienso yo. Ya en la habitación me despoja de mi vestido, me quedo con el tanguita, me tumba en la cama boca arriba, se pone a lamer mi sexo por encima de la tela del tanga, ahora me lo quita, ya tiene mi coño a su merced, me lo sigue lamiendo, chupando, mordisqueando, que gusto me da, siento como introduce, dentro de mi coño, un dedo, es muy gordo su dedo, lo mueve, me causa un placer enormeAsí, vecinito, comeme el coño cabrón, que gustazo me das, follame con tu dedo, quiero que me lo metas en culito.¿Te gusta vecinita?, que puta estás, como me gustas, que ganas tenia de tenerte.Y dicho esto, saca su dedo de mi coño y lo dirige hacia mi culo, antes lo lame con abundante saliva, y cuando lo ve suficientemente lubricado apunta su gordo dedo a la entrada de mi culo, gimo de placer al sentirlo, mi culo se relaja para facilitar que lo introduzca, um, un suspiro que se me escapa al sentir como entra su dedo en mi culo, el sigue lamiendo mi coño, lo hace con maestría. Placer, eso es lo que me hace sentir, mucho goce, morbo, deseo. En sus brazos soy una verdadera puta, me siento muy zorra, quiero que me llene, que me folle por todos mis agujeros.Ahora soy yo la que tomo las riendas y le digoQuiero chuparte esa pedazo de polla que tienes.Así se habla vecinita, tómala, mámame la polla, te vas a enterar de lo que es una polla grande, puta.Si, damela ya cabrón.Y diciendo esto último me pongo a cuatro patas en la cama, el está de rodillas y empiezo a lamer el grueso capullo, le echo saliva, juego con ella, y cuando le noto muy excitado me la meto en la boca, joder que gorda y que larga es, no me cabe en la boca casi ?pienso yo- , um, pero que delicia sentir la boca entera llena de polla, que sabor amargo más rico tiene. José empieza a gemir como un toro, está muy caliente. Yo aprovecho y le meto un dedo en el culo, él gime más fuerte ahora, empuja su pollón en mi boquita, me ahoga, me la saco de la boca.Te gusta vecinito, te gusta como la chupo, um, me encanta meterte el dedo en el culo y que me empujes más polla en mi boca.Si, zorra, te voy a reventar la boca, y si sigues así te regalaré una de las mejores y corridas que hayas saboreado nunca, rica y copiosa, pero te la tienes que tragar si puedes, puta.Yo de nuevo empecé darle una rica y profunda mamada, me metía su enorme polla en mi boca, no cabía entera, pero me daba igual, me la metía hasta las amígdalas, me daban arcadas, cosa que a él le excitaba, yo, seguía con el dedo en su culo, el gemía, gritaba de placer, notaba como su momento cumbre se aproximaba porque su grueso capullo se hinchaba más aún. Sí cabrón dame tu leche calentita y rica, lléname la boca,-pensaba yo- y el al sentir que su orgasmo se acercaba gritaba:Que puta eres vecinita, que bien la chupas, se notaba que tenías ganas de una polla gorda y larga, tu marido no te complacía. Sí, me voy a correr zorra, trágatela entera, no derrames ni una gota de mi leche, si supiera este que con el que menos follo es con mi marido Jan jaja.Al oírle decir esto, al escucharle insultarme me excitaba más y le hacía mas fuerte la mamada, de repente noto como su capullo se hincha mucho, como aumenta su temperatura en mi boca, y el gime más fuerte, ?zorra, toma mi leche? dice él, y al momento siento grandes descargas de leche muy caliente en mi boca, no puedo mantenerlas dentro y se derrama casi toda por la comisura de mis labios, juego con mi lengua y su capullo, aún dentro de mi boca, su leche sigue derramándose a través de mis labios, um, consigo tragarme un poco de esta rica leche calentita, le miro el está extasiado, feliz mirando como lucho por mantener y tragarme su enorme corrida.Que bien la chupas vecinita, que gusto más grande, me ha gustado ver como tragabas parte de mi corrida.Sí, a mi me ha gustado provocarte este placer, me ha gustado sentirme puta, que gusto me das con esa polla tan grandeAhora te voy a follar el culo y el coño, así que vete preparando, vas a saber lo que es sentir una polla gorda y vas a chillar, ya verás, no sabe José que por mi coño y mi culo han entrado pollas como la de Alim de 28 cm, y la suya era de unos 23 cm.Dicho esto, el se acerca a mi, y empieza a besarme, a tocarme los pechos, los estruja con fuerza, pero a la vez delicadamente, pellizca mis pezones, me muerde los labios, me lame el cuello, y por fin lame mis pezones, los chupa con maestría, con ganas de lamerlos, los muerde suavemente, los aprieta con sus labios, me causa un placer enorme, me excita de nuevo mucho. Le miro a su polla y veo que ya la tiene preparada para follar, joder, -este tío es un portento- me digo yo, ahora me tumba y empieza a lamerme el coño y el culo, así sigue durante un rato. Yo quiero sentir ese rabo grande, duro, recio, enorme y gordo en mi coño y así se lo hago saber,vamos cabrón, dame polla ya, follame, destrozame con ese pollón, hazme gozar como una puta, quiero chillar como la zorra de tu mujer.Si ahora verás, te vas a enterar, vas a sentir que te rajo zorra.Diciendo esto, se colocó encima de mi y apunto su polla a mi coño, al sentirla grité, gemí, suplique que me la metiese, el no se hizo más de rogar y de una salvaje embestida me la clavó en mi coño, grité como una posesa, ?me rajas cabrón, me destrozas-, al sentir como su polla se abría camino en mi coño, gemía, gozaba, me miraba a la cara para ver mi cara de sufrimiento y de placer.¿Que?, Amalia, estas ahora bien con toda mi polla dentro¿ verdad? Zorra. Um que gusto me da follarte, siento como si te desvirgara, que buena estás,a partir de ahora la de tu marido ni la notaras,jaja dije yo para mi eso ya hace tiempo,folla bien pero es tonto, yo le dije:Si cabrón, fóllame, dame placer lléname de tu polla.El empezó con sus movimientos de adentro-afuera, lo hacía sin compasión, me follaba muy fuerte, muy profundo, yo me descubrí gritando, chillando, y ahora el cabecero de la cama daba contra la pared, ahora sabía que sentía su mujer cuando la follaba, este macho, que ahora mismo, me estaba dando polla a mi.Al rato de estar dándome estos empujones noto como mi coño mojado noto se empieza a mover instintivamente, como con contracciones, me doy cuenta que estaba corriendo como una perra, pero no uno cualquiera, sino una corrida salvaje, me corro, que vicio quiero más polla, el nota que aumenta la humedad en mi coño y empuja más fuerte, me causa placer , yo sigo con mi corrida. Mi corrida se hace intensa, larga profunda, chillo, gritoMe corro cabrón, me destrozas, lléname el coño, dame duro, sí que rico, sí, me vuelves loca,me estas matando de gusto, me gusta, que puta me haces sentir??Tomo polla gorda zorra, me gusta follarte, puta, ¿así te gusta?Yo oyendo como me insultaba y sintiendo su enorme polla en mi coño, agarrándole por el culo y haciendo fuerza para que me metiese más polla,metemé más polla cabrón, dame más.pero si ya no puedo meter más, si no entra, estás completamente dentro, que puta eres.Así dame fuerte, yo estaba terminando con mi primer orgasmo, cuando empiezo a sentir el segundo, me vuelvo a mojar otra vez, más abundantemente, mi coño empieza a sentir más que antes, siento calambres en mis piernas, en mi pelvis, noto como pierdo la noción del tiempo, noto como el placer, como mi corrida se alarga, siento mucho gusto, pero no me corro todavía, que maravilla, que placer más descomunal me está dando mi vecino con esa enorme polla, grito, ¡SÏ!, ¡me corro cabrón! Y acto seguido mi coño empezó a mojarse mucho, a llenarse con mi propia corrida, el enorme rabo ahora resbalaba sin apenas dificultad.Al sentir mi segunda corrida, mi vecino, me cogió en brazos, con su polla dentro de mi coño. Me tenía cogida por las piernas a la altura de las rodillas, yo me abracé a su cuello. Ya estaba él de pie, conmigo en brazos y con su polla toda metida en mi coño, al momento tomo aire, me besó y empezó a darme otra follada de escándalo, ahora estaba a su merced, el me subía y me bajaba muy salvajemente, yo sentía su polla de nuevo muy fuerte dentro de mi, me desgarraba, me rozaba más ahora, él lo sabía y disfrutaba con ello, a mi de nuevo empezaron los calambres premonitorios de otra nueva corrida,él gemía, por el esfuerzo, se estaba luciendo conmigo, quería demostrarme lo macho que era a pesar de la edad, y valla si me lo estaba demostrando, Ahora me separa un poco de el, y el, empieza a sacar y a meter polla, yo gimo, chillo, sollozo de placerMe tienes rota, me corro de nuevo cabrón, cuanto placer me estas dando, córrete ya por favor, no puedo más?.Puta, te sientes llena,pero aquí ha entrado polla como la mía o más grandes,y yo le dije pues claro cabrón soy ninfomana y mi marido sabe que no tengo bastante con su polla.José siguió dándome esta rica follada otro tiempo, logró que me corriese y cuando el sintió esta nueva corrida mía, el empezó a moverse de otra manera, ahora era él el que tenía el orgasmo, yo me sentía feliz, ya terminaba conmigo, no podía tener más orgasmos. Sentí como unas sacudidas violentas, lanzadas muy fuertes, de leche chocaban en las paredes de mi coño, el gemía y por fin paró, por fin sacó esa enorme polla de mi coño y al sacarla salieron grandes cuajarones de su leche de mi coño. Me dejó suavemente en la cama, yo quedé exhausta y el se tumbo igual a mi lado. Mi coño estaba dilatado, abierto, no se cerraba, sentía salir la leche de él y la mía por los labios de mi coño.Amalia, a partir de ahora mi polla estará a tu disposición cuando estés por aquí, aunque diciendo que eres ninfomana, la mía sera una de las pollas que te follas dentro del año jajaja.También Juan se follo a Julia, varias veces mientras que yo follaba con José, por lo que ya hemos conseguido a una pareja, fija para follar en vacaciones.